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Autor: Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid y Junta de Castilla y León. Comisario: Ignacio Saúl Pérez-Juana del Casal

Fecha: Del 31 de marzo al 1 de octubre de 2005

Hora: Martes a sábados, de 11:00 a 19:00 horas
Domingos y festivos, de 11:00 a 15:00 horas

El discurso de la exposición seguía la propia narración de El Quijote como hilo argumental. Con él se pretendía mostrar cómo era la sociedad del llamado Siglo de Oro a través de los restos materiales de los elementos de la vida cotidiana que cada uno de los sectores poblacionales utilizaron. Con ello se buscaba lo que de realidad contienen las páginas de la mejor novela en lengua castellana, hito de la ficción en sí misma.

El fin de la muestra era dar a conocer al gran público una visión de la rígida estratificación social a la que estaba sometida la población castellana en la fecha de la publicación del libro, y para ello se ha recurrió a distintos materiales arqueológicos, todos procedentes de excavación, que sirvieron para expresar la diferenciación de estamentos.

Cabe destacar que a lo largo de la exposición, se incluyeron tres selecciones musicales diferentes, para que no sólo se pudiera disfrutar visualmente, sino también a través del oído.

Unidades expositivas:

La Arqueología del Siglo de Oro

Se explicaba a los visitantes la importancia que tiene el poder excavar en los cascos antiguos conservados de las ciudades, obligación marcada por ley, y que sirve en casi todos los casos para poder corroborar o ampliar el conocimiento que sobre las ciudades modernas se tiene gracias a las fuentes escritas coetáneas conservadas.

La Hidalguía

Para explicar lo que le supuso al Ingenioso Hidalgo pertenecer al escalafón más bajo de la nobleza castellana, la Hidalguía, se han desarrollado los conceptos y las repercusiones sociales que éstos tenían en la sociedad española de finales del siglo XVI y principios del XVII.

Mediante paneles explicativos y un escudo de bulto redondo en piedra procedente de Albacete, el público podía visualizar la diferenciación estamental de la época.

El Gabinete de Alonso Quijano

Hacía referencia a la habitación donde el protagonista mutó en ser Don Quijote tras pasar las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro, de manera que vino a perder el juicio.

En este ámbito se señalaban los conocimientos que Alonso Quijano tenía sobre varias materias, como expresión de la educación recibida al ser un miembro del peldaño más bajo de la nobleza castellana, que tuvo tiempo y recursos para recibir una enseñanza esmerada dentro del grupo social al que pertenecía.

En esta parte de la exposición también se recreaba una habitación de lectura, similar en lo posible a aquella donde Alonso pasó tantas horas enfrascado en el disfrute de sus libros.

Las Ventas

Siguiendo con el camino marcado por la propia narración cervantina, la siguiente etapa en nuestro viaje se detenía, como lo hace Don Quijote, en la primera venta que en el camino se encuentra. En este lugar recibió los sabios consejos del ventero, el propietario del establecimiento donde fue armado caballero, sobre la conveniencia de traerse como eran dineros y camisas limpias,… en el equipaje.

En esta sección se mostraba el conjunto monetario circulante en ese momento así como elementos de indumentaria, como hebillas metálicas o botones.  También se recreaba el ambiente que tendría un lugar tan particular, mezcla de casa de comidas, o mesón, y lugar de descanso de los viajeros que cruzaban La Mancha: una cocina con campana de chimenea y un tinelo con la mesa puesta con los alimentos que se podían degustar.

Las Bodas de Camacho

A partir de este evento se ponía de manifiesto la importancia que tuvo en su momento el grupo social intermedio entre el pueblo llano y la aristocracia, los llamados labriegos ricos, que detentaron una parte de la riqueza del país.

En esta zona se recreó una pequeña cocina, así como la cabecera de la mesa presidencial del enlace. También se presentaron los restos de un juego de bolos, conservado de manera excepcional, entretenimiento descrito en el episodio de Las Bodas.

El Palacio Ducal

El mundo nobiliario se aborda en la segunda parte del Quijote, cuando nuestro Caballero de la Triste Figura, caminando por tierras aragonesas camino de Barcelona, se encuentra con la partida de caza de los Duques, que ya conocen sus andanzas, al haber leído la primera parte impresa.

Para dar a entender el modo de vida y los elementos materiales relacionados con este grupo social, se recrearon, mediante elementos suntuarios, varias estancias del Palacio de los Duques donde residió nuestro Hidalgo y vivió increíbles aventuras: los jardines con sus estatuas, instrumentos musicales, porcelanas chinas, vidrios italianos así como otras piezas de ajuar doméstico que manifiestan la diferenciación social y el lujo.

Los Toros de Guisando y La Cuesta Zulema

La exposición se cerraba con una sala dedicada a las dos referencias puramente arqueológicas que se dan en el texto de "El Quijote": la Cuesta de Zulema, en Alcalá de Henares, y los Toros de Guisando, en Ávila.

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